20 ago 2013

SSD - DISCO DE ESTADO SÓLIDO




SSD es el acrónimo de Solid State Disk aunque también son conocidos como Solid State Drive. Estos discos duros, al contrario que ocurre con los convencionales, utilizan memoria de semiconductores de estado sólido para almacenar la información igual a la que incluyen los dispositivos de almacenamiento USB y las tarjetas de las cámaras digitales.
Un disco duro convencional se compone de varios platos sobre los que se almacena la información haciendo uso de campos magnéticos. Estos discos están siempre girando a gran velocidad. Para acceder a los datos, al igual que ocurre en un tocadiscos, se utilizan varias cabezas en forma de aguja que leen y escriben sobre los platos.
Este modo de funcionamiento hace que un disco duro convencional tenga varios inconvenientes:
Tiempos de lectura/escritura diferidos. Los discos tienen que dar vueltas para funcionar mientras las cabezas sólo se mueven en una dirección. Necesitaras que la cabeza llegue al lugar adecuado antes de empezar a trabajar con los datos. Esto lleva a que no se acceda a toda la información a la misma velocidad.
Si un archivo o cualquier información no esta almacenada de manera contigua en el disco, el problema se agrava, ya que se deberán de realizar varios saltos para conseguir acceder a ella. Debido a esto es necesario desfragmentar las unidades para que los documentos ocupen bloques adyacentes acelerando así los accesos.
Fiabilidad. Su funcionamiento hace que un disco duro convencional sea vulnerable a los movimientos. En las unidades más antiguas había que aparcar, es decir dejar fijas, las cabezas si no se iba a usar el disco duro para evitar que estas dañaran los platos. Esto es muy importante en los equipos portátiles ya que están más expuestos a golpes y vibraciones.
Los SSDs vienen a solucionar estos problemas al no contener elementos mecánicos en su interior.

¿Cómo funciona un disco duro SSD?

Estos poseen dos zonas de memoria, una en la que se guarda la información y otra que actúa de cache acelerando los accesos, muy parecida a la memoria RAM. No se crean discos que sólo utilicen este último tipo de memoria porque aun siendo mucho más rápida se pierde la información al apagar el equipo.
Todo el sistema es gobernado por un controlador. Nos encontramos con varios bloques de memoria que actúan como un RAID en miniatura lo cual permite tanto aumentar la velocidad ya que podemos realizar varias lecturas y escrituras al mismo tiempo, como hacer que el dispositivo sea más resistente a fallos.

¿Qué obtengo al adquirir un disco duro SSD?

Las ventajas respecto a un disco duro tradicional son varias, en concreto:
Rapidez. Tanto en la búsqueda de los datos como en las lecturas posteriores. En una memoria de este tipo el tiempo que tienes que esperar hasta obtener el flujo de datos es siempre el mismo. Los discos SSD, por tanto, no obtienen ninguna ventaja al desfragmentar la unidad.
Mayor resistencia. Al no tener componentes móviles responden mejor tanto a la vibración como a los golpes.
Menor consumo. Reducen la potencia necesaria para funcionar. Los hace ideales para dispositivos portátiles.
Menor ruido. Otra ventaja más de no tener partes móviles.
Se pueden usar configuración hibridas con un disco duro SSD que actúa de memoria cache de un disco duro convencional. Esto se denomina SSD caching y es posible realizarlo por ejemplo con las placas base con chipset Z68 de Intel.
Existen otras implementaciones, como por ejemplo la Fusion de Apple en la cual el sistema operativo decide si los archivos se encuentran en el disco duro convencional o el SSD. De esta forma no se pierde tamaño de disco como si ocurre en las configuraciones hibridas.

¿Tienen algún inconveniente estos discos duros?

La tecnología de fabricación usada en los discos duros tradicionales lleva usándose durante décadas, lo cual ha permitido crear dispositivos muy económicos. Los discos SSDs aparecen como la solución a muchos problemas pero tienen el inconveniente de que son muy caros.
Pero no es su único problema estamos ante una tecnología joven que tendrá que madurar antes de que se le saque el máximo provecho. Uno de los problemas que más están dando que hablar es que los discos duros SSDs, debido a su modo de funcionamiento, tienden a ser más rápidos cuando se empiezan a usar y van perdiendo velocidad con el tiempo. Esto que era un problema en las primeras generaciones es cada vez menor.

¿Son todos los discos duros SSDs iguales?

No, y además pueden clasificarse de varias formas. Aquí en concreto te comentare dos.
Atendiendo a su conexión a tu PC:
PCIe SSD. En un disco PCIe SSD la unidad se conecta a un puerto PCI Express. Es decir como si fuera una tarjeta adicional. Su problema es que no puedes instalar el sistema operativo y arrancar desde ellos.
Sata SSD. Utiliza el mismo conector que un disco duro normal. Es tu única opción si quieres agregar un SSD a un portátil.
Atendiendo a la tecnología usada en su fabricación:
La información en cualquier sistema informático se almacena como una ristra de unos y ceros. Cada uno de estos elementos es lo que se llama un bit de memoria. En los primeros SSD cada uno de estos bits ocupa una celda. Con cada nueva generación se intenta añadir más bits por celda reduciendo así el precio necesario para conseguir tener la misma capacidad.
Esto tiene algunos efectos secundarios, estas memorias tienen un ciclo de vida más corto. Atendiendo a esta clasificación tenemos los siguientes modelos:
SLC. Acrónimo de Single Level Cell. Es la primera que se empleo. Tenemos un bit por celda. En la actualidad las podemos ver en entornos de servidor debido a su alto precio.
MLC. Acrónimo de Multi Level Cell. Tenemos dos bits por celda. Pueden almacenar cuatro estados.
TLC. Acrónimo de Triple Level Cell.Tenemos tres bits por celda. Pueden almacenar ocho estados.
Puedes consultar más información sobre las tecnologías SLC, MLC y TLC en el enlace.